El elefante Dumbo es un muy famoso personaje de Disney, de ahí que dicen que tiene las orejas de Dumbo.
Muchos niños suelen ponerle el apodo muy rápido a sus compañeritos que tienen orejas muy salidas o prominentes, creando un trauma psicológico en la víctima. Y conforme crece el paciente, crecen los complejos. Muchos hasta se colocan goma loca para pegárselas y que no se salgan tanto, sin conocer todos los riesgos que esto conlleva.
La gran noticia es que las orejas se pueden operar desde una muy temprana edad, desde los tres años de edad. Se pueden hacer desde tan corta edad, porque a partir de ese momento ya la oreja creció más del 90% de su tamaño. A esta edad se hacen con anestesia general para que no exista molestia alguna durante el procedimiento. Cuando niño, el cartílago se encuentra débil, por lo que es muy poco frecuente que se vuelvan a abrir, sin embargo es una muy leve posibilidad.
Cuando ya el niño está más grande, más consciente de lo que se le puede hacer para resolver el problema de las orejas salidas o prominentes, se puede hacer con anestesia local, hasta en el consultorio. El procedimiento es relativamente rápido y conlleva pocas molestias. Las suturas son absorbibles, o sea que se caen solas.
Las cicatrices de este procedimiento, llamado Otoplastía, suelen quedar en lugares no visibles, dándole más atracción al resultado.
Es un procedimiento que se realiza con mucha frecuencia. Por lo tanto apoyemos a nuestros hijos, reduciéndoles cualquier trauma o complejo, máxime cuando es algo relativamente sencillo, siempre y cuando sea realizado por un verdadero especialista en Cirugía Plástica.